Me llamo. Me llamo, dicen. Me llamo alta, morena, peluda.
Me llamo flaca, blanca, tetuda.
Me llamo 30K, de nueve a seis, de lunes a viernes.
Me llamo novia de, amiga de, conocida por.
Me llamo, pero no soy.
No soy alta, ni morena, ni flaca, blanca o tetuda.
Siempre habrá quien se defina más alta, más morena y más peluda.
Si lo que ves no es lo que soy, será que soy lo que ves.
Y aunque muestre lo que soy, siempre seré lo que tú creas, lo que tu propio ser te deja entender que soy.
Antes de llamarme, soy. Y antes de verme, eres.
Dejemos de ser y estemos, que con eso ya tenemos para rato.
A VECES ESCRIBO.
Y de eso va este blog. De que a veces me da por escribir. De que cuando quiero ser mona soy una empotradora del verso. De que hay palabras que duelen más fuera que la eutanasia de no decirlas. Y así, sobre esto, iré construyendo mi paradoja. La de Miss Paradoja.